El rock progresivo tiene una larga tradición en Latinoamérica desde los años 1970, principalmente en Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, por provenir de ahí las bandas que fueron pioneras en este estilo hacia 1970 (Som Imaginario de Brasil, Arco Iris de Argentina y Kissing Spell de Chile), además que grabaron en español usando ese estilo, a diferencia de países que grababan íntegramente en inglés. En algunos de estos grupos, la influencia de las bandas anglosajonas convive con el interés por la música folclórica, dando lugar a fusiones musicales propias.
1975 fue el año del comienzo del ocaso del rock progresivo y eso también se notaría en Latinoamérica. En Argentina, con la censura, la situación fue peor. Algunas bandas no publicaron, otras se disolvieron, algunos emigraron a otros países:
La comunidad que formaban los integrantes de Arco Iris se rompió y Gustavo Santaolalla abandonó la banda, fundando el grupo Soluna.
La banda Color Humano se disuelve por conflictos internos. Edelmiro Molinari emigró a Los Ángeles.
Aquelarre se fue de gira por España.
Los Barrocos solo pudieron lanzar un álbum en 1974.
En este artículo traemos una de bandas argentinas de rock progresivo que publicaron en 1975: Aquelarre.
Aquelarre fue una banda argentina de rock formada en 1971 por Rodolfo García (batería y voz), Emilio del Guercio (bajo y voz), Hugo González Neira (teclados y voz) y Héctor Starc (guitarra y voz), en la que dos de sus integrantes, exmiembros de Almendra, Rodolfo García y Emilio Del Guercio, aportaron una base rítmica muy sólida, complementada con el sonido vertiginoso e impactante en la guitarra de Héctor Starc y el teclado blusero de Hugo González Neira.
En 1970, tras la separación de Almendra, su baterista, Rodolfo García, le propuso al guitarrista Héctor Starc crear una nueva banda. La formación de dicha banda se completaría con otro exintegrante de Almendra, el bajista y cantante Emilio Del Guercio, con quien empezaron a ensayar ese mismo año. Por entonces, Starc participaba de otro proyecto, el Héctor Starc Trío, del que eran parte Black Amaya y Machi Rufino.
En 1971, durante la segunda edición del B.A. Rock, Starc brindó conciertos junto a sus dos grupos, aunque su proyecto junto a García y Del Guercio todavía no tenía nombre. Ese mismo año se incorporó al grupo un tecladista y segundo cantante, Hugo González Neira, quien había trabajado junto a Litto Nebbia.
El 17 de marzo de 1972 el cuarteto se presentó por primera vez bajo el nombre Aquelarre, en el Teatro Lorange de Buenos Aires. Poco después editarían su primer disco, Aquelarre.
Portada de su primer álbum
El resto de aquel año de 1972Aquelarre fue ganándose un creciente número de seguidores hasta el punto de llenar cada uno de sus conciertos y grabar un segundo disco sólo seis meses después del primero. Dicho álbum, llamado Candiles, publicado en 1973 fue recibido de manera entusiasta por la prensa especializada. Un grupo cuyos cuatro integrantes componían y cantaban. Las letras y la voz de Emilio del Guercio San Martín evocaba los mejores momentos de Almendra. Y el canto bluseado del tecladista González Neira le daba a Aquelarre un colorido especial.
Aquelarre se presenta en el Teatro "Coliseo" en febrero de 1974, con gran éxito de público.
Su tercer álbum, Brumas, publicado en 1974 es uno de los más importantes de la historia del rock progresivo argentino.
Portada del álbum Brumas
El momento de mayor popularidad para Aquelarre fue en 1975 con la edición del álbum Siesta. Fue un álbum muy importante en la historia del rock argentino. Se trata de un disco menos roquero y más melancólico, con un marcado clima pastoral, tanto en su sonido como en sus letras. Como ejemplo pueden mencionarse los temas Cacería en el bosque y Savia de los aromos. La naturaleza está presente, de una u otra manera, en todas las canciones del disco.
Portada del álbum Siesta
Savia de los aromos tiene como destinataria a Mirta, la mujer con la que el guitarrista Héctor Starc compartió 18 años de matrimonio y es la madre de sus hijas. Ella, que en ese momento no se mostró interesada en el músico, inspiró esta canción.
Tienen mayor presencia las armonías vocales, haciendo resaltar la presencia de Emilio Del Guercio por sobre las de sus compañeros. Se trata de un disco más melódico que sus primeros trabajos y con sutilezas instrumentales, como los teclados vintage (Fender Rhodes y Hohner clavinet) que le agregan un fondo jazzero a la mezcla. Vale mencionar que los primeros en utilizar moogs y mellotrones en la Argentina fueron Hugo González Neira y Charly García. Brillan sobre el resto el folk intimista de Canto Cetrino y la elaborada y compleja Cacería en el Bosque, una canción de casi ocho minutos de duración que va atravesando una variedad de climas sonoros.
Aquelarre pudo esquivar la censura de la dictadura cívico-militar que se iniciaría pocos meses después de la salida del disco. "A nosotros no nos censuraban porque las letras eran demasiado inteligentes como para que las entendiesen los milicos", comentó Starc en 1998. En la contraportada del LP original se incluyen las letras de todas las canciones. No obstante, entre la lista de canciones que las radioemisoras tenían prohibido difundir, se encontraba una de Aquelarre: Violencia en el Parque, que fue publicado en un sencillo en 1973 como comentamos en un anterior artículo.
Contraportada del disco con las letras de las canciones
Créditos
Emilio del Guercio – Voz, bajo, guitarra e ilustración de portada
Héctor Starc – Guitarra, coros y 1.ª voz en "Savia de los aromos"
Hugo González Neira - Órgano Hammond, Clavinet, Piano Rhodes, Sintetizador y coros
Rodolfo García – Batería, Percusión, vibráfón, coros y 1.ª voz en "Árboles caidos para siempre"
Aquelarre – Composición, arreglos y producción
Juan Gatti - Layout de portada
Eduardo Martí – fotografía
Ya antes de que Siesta se pusiera a la venta, la banda decidió iniciar una gira por España. «Estábamos a punto de disolvernos. El viaje salvó el grupo porque allá no éramos más estrellas, no había plomos (asistentes de escenario, en la jerga argentina) y teníamos que cargar todo nosotros mismos. Esas cosas hicieron que nos uniéramos de vuelta», reconoce Starc (E.Abalos, pág 118).
Pero en 1977Aquelarre regresó a Buenos Aires para brindar el concierto despedida en el Luna Park, con Carlos Cutaia en reemplazo de González Neira, editando, a su vez, un disco con sus mejores éxitos.
Hubo además tiempo para sus últimos recitales de despedida en la ciudad de Montevideo, Uruguay, los días 14,15 y 16 de marzo de 1978. Poco después, García y Starc formarían Tantor, un grupo de jazz-rock junto al bajista Machi Rufino.
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