Contenido de esta entrada:
Introducción
En un anterior artículo comenzamos una serie de artículos dedicados al décimo álbum de estudio de Pink Floyd, Animals, publicado en 1977.
Una primera parte la dedicamos a la grabación del álbum: Los estudios Britannia Row, los temas Raving and Drooling y You've Got to Be Crazy y la grabación: 1977: La granja de animales de Pink Floyd (I) - Grabación.
Esta segunda parte la dedicamos al concepto del álbum y a su desarrollo en la suite Dogs y en el resto de temas.
El concepto
Rebelión en la granja
Animals es un álbum conceptual, basado libremente en la fábula política de George Orwell, Rebelión en la granja. Las letras describen varias clases de la sociedad como diferentes tipos de animales: los perros depredadores son los representantes de la ley, los cerdos despóticos y despiadados son los implacables mandatarios (representan a la clase política británica de entonces, aludiendo indirectamente a figuras como la de Margaret Thatcher) y el rebaño de ovejas es el pueblo "sin sentido y sin cuestionamientos".
Mientras que la novela se centra en el estalinismo, el álbum es una crítica al capitalismo y difiere nuevamente en que las ovejas finalmente se levantan para vencer a los perros. El álbum se desarrolló a partir de una colección de canciones no relacionadas en un concepto que, en palabras del autor Glenn Povey, «describía la aparente decadencia social y moral de la sociedad, comparando la condición humana con la de meros animales».
Johnny Rotten |
En consecuencia, aparte de su crítica a la sociedad capitalista, el álbum también es en parte una respuesta al movimiento punk rock. A pesar de que para este nuevo movimiento musical el éxito de Pink Floyd podía jugar en su contra, sus preocupaciones sobre las desigualdades, los prejuicios, y las actitudes sociopolíticas de la época no estaban muy alejadas de las que expresaban las nuevas bandas.
La suite "Dogs" se concentra en el mundo agresivo y despiadadamente competitivo de los negocios. Dura diecisiete minutos. Adaptando la metáfora de George Orwell en su libro Rebelión en la Granja, se emplea al perro (oportunista interesado) para representar a los hombres de negocios megalómanos que se destruyen a sí mismos y a aquellos alrededor de ellos al obsesionarse sobre sus egos y sus carreras.
Varias comparaciones son hechas junto con metáforas usadas para demostrar cuán parecidos son los hombres de negocios con los perros. Los dos primeros versos detallan su naturaleza depredadora, exteriormente encantadora y respetable con su "corbata de club y un firme apretón de manos, una cierta mirada a los ojos y una sonrisa fácil", mientras que detrás de esta fachada yace a la espera de "elegir la carne fácil... golpear cuando sea el momento adecuado", y apuñalar por la espalda a los que confían en él (representa los tratos y las oportunidades en los negocios).
Los hombres de negocios siempre presentes en las carátulas de Pink Floyd |
Los versos posteriores retratan el vacío de su existencia que lo alcanza a medida que envejece, retirándose al sur rico pero no amado: "solo otro anciano triste, solo y muriendo de cáncer", y ahogándose bajo el peso de una piedra metafórica.
El verso final explora varios aspectos de la vida de negocios y cómo se compara con los perros, por ejemplo tomando oportunidades y ser entrenados para "no escupir en el ventilador", perdiendo su individualidad "rota por personal entrenado", obedeciendo a sus superiores "ajustados con collar y cadena", ganando tratos por buen comportamiento "dándoles una palmadita en la espalda", siendo mejores que todos los demás "separarse de la manada" y conocer a todos, pero pasar menos tiempo con la familia siendo "sólo un extraño en casa".
La canción concluye con estos "perros" trabajando por ellos mismos hasta la muerte, siendo encontrados "muertos en el teléfono" por haber sido hundidos por "la piedra" (en una parte anterior de la canción se decía que la sangre mala se convertía en piedra), en metáfora para "el peso del que necesitan deshacerse".
Cada línea de este verso empieza con la palabra "Who" ("Quien.."), en la que surgía comparación con el poema Howl (Aullido) de Allen Ginsberg.
Allen Ginsberg |
I saw the best minds of my generation destroyed by madness, starving hysterical naked,
dragging themselves through the negro streets at dawn looking for an angry fix,
angelheaded hipsters burning for the ancient heavenly connection to the starry dynamo in the machinery of night,
who poverty and tatters and hollow-eyed and high sat up smoking in the supernatural darkness of cold-water flats floating across the tops of cities contemplating jazz,
who bared their brains to Heaven under the El and saw Mohammedan angels staggering on tenement roofs illuminated,
who passed through universities with radiant cool eyes hallucinating Arkansas and Blake-light tragedy among the scholars of war,....
Sin embargo, Waters ha negado que el poema de Ginsberg haya influido en sus letras. En cambio, estas líneas pueden verse como cláusulas subordinadas a la línea lírica que las precede ("Y crees en el fondo que todo el mundo es un asesino / Que nació en una casa llena de dolor / Que fue [etc.]") como en el poema de Ginsberg.
Esta canción y el uso de la palabra "Who" al principio de cada línea del verso ilustra asimismo la influencia que Roy Harper tuvo en la banda. Roy Harper había usado esta técnica en la canción "The Lord's Prayer" de su álbum Lifemask, el cual incluía a David Gilmour en la guitarra. Harper cantó sobre 90 líneas de cada verso empezando con las palabras "whose" y "who" (quienes y quien). Roy Harper también cantó en la canción "Have A Cigar" del álbum Wish You Were Here.
El tema presenta una peculiaridad única en el ámbito de la música en vinilo. En la parte central se menciona "la mala sangre que se endurece y se convierte en piedra"(the bad blood slows and turns to stone), y al concluir el párrafo, esta sangre petrificada acaba sumergiendo al individuo. El autor expresa su deseo de un buen hundimiento con la frase: "Que tengas un buen hundimiento, solo en tu descenso, arrastrado por la piedra" (So have a good drown, as you go down, all alone, dragged down by the stone.) Al terminar esta frase, un eco de la palabra "piedra" se repite varias veces, transformándose en un sonido electrónico que evoca la sensación de caída libre e interminable. Lo curioso es que, al dar la vuelta al disco de vinilo justo cuando el eco de la piedra desaparece, se descubre que en el otro lado del disco, en la canción Ovejas (Sheep), se oyen ecos de este mismo sonido electrónico, indicando que el descenso fue tan profundo que traspasó al otro lado del disco.
Excelente y muy completo artículo Federico! 😉 Nuestras felicitaciones! Nos ha encantado! Saludos! 🙋♂️🙋♀️
ResponderEliminarMuchas gracias. También los vuestros están muy bien. Saludos!
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