martes, 26 de agosto de 2025

1978: Rock progresivo argentino - La banda Búsqueda

Contenido de esta entrada:

Introducción

El álbum homónimo






En este artículo traemos la historia de la banda argentina de rock progresivo  Búsqueda.

Horizonte fue una banda argentina de rock progresivo sinfónico, formada en la Plata que solo llegó a lanzar un álbum en el sello CBS en el año 1978.

La banda estaba integrada por Jorge Fernández Molina en guitarra, teclados y voz, Alfredo Muñoz en en bajo y voz, Daniel Carrizo en batería y Tommy Loidi en guitarra y voz. 







Comienzos

Gerardo Loidi escuchó por primera vez a The Beatles en algún momento de 1964. A los 16 años, Gerardo era un fiel seguidor de los programas musicales, un hábito que mantuvo toda su vida. Desde entonces, quedó cautivado por el cuarteto de Liverpool. En Barrio Jardín, donde vivía la familia Loidi, Gerardo recuerda: “El que hoy escucha a los Beatles puede maravillarse o no, pero se perdió el momento de esperar cada disco, de vivir la evolución”, refiriéndose a aquellas madrugadas llenas de emoción por cada nuevo sencillo.

The Beatles en 1964

Tan pronto como dominó la guitarra, Gerardo comenzó a aprender las canciones que escuchaba en programas como Modart en la Noche y Música con Thompson & Williams. Cantando en un inglés improvisado, reunió a algunos vecinos del barrio y formó Ondygeser, un grupo singular que se especializaba en música de westerns y cine de género. El nombre del grupo surgió de las iniciales de los integrantes: Pierino, Sandy, Gerardo y Sergio. Su habilidad para reproducir bandas sonoras como la de El bueno, el feo y el malo (1966) y la fonética anglosajona del nombre captaron la atención del productor discográfico Johnny Allon, quien conducía un ciclo televisivo en Canal 2. Durante un año y medio, Loidi y los Ondygeser tocaron en vivo semanalmente en el programa de Allon, en los modernos estudios de la calle 36 entre 2 y 3, mientras Gerardo terminaba el colegio y los espectadores asumían que era un reconocido músico extranjero.

Johnny Allon

Tras finalizar el bolo en Canal 2 y a punto de comenzar la carrera de Geología en la UNLP, Gerardo conoció a alguien que podía ayudarlo con el inglés, la segunda lengua que le habían legado los Beatles. Gustavo Jorge Rivas, conocido por sus amigos como Toni, había sido alumno del colegio San Simón, donde recibió educación bilingüe. Junto a él, que también iba a estudiar Geología, Gerardo logró entender el significado de las letras que cantaba y reproducirlas con más confianza. Era 1970, y Loidi había ampliado enormemente su oído: Cat Stevens, Procol Harum, Bread, y sobre todo Crosby, Stills & Nash, el trío de folk rock que lanzó su LP debut en 1969. Con ese formato accesible en mente, comenzaron a tocar. La formación de tres voces y tres guitarras acústicas resolvía un problema clave: la falta de instrumentos adecuados para seguir la rápida evolución del rock de la época.

Young, Crosby, Nash y Stills en 1970.

El tercer miembro en integrarse al grupo fue Jorge Fernández Molina, el hermano menor de un amigo de Gerardo, el también músico Ramón Fernández Molina, quien en ese entonces estaba viviendo su sueño rockero bajo la nueva denominación de The Cluster’s Four, Dynamita. Más joven que Loidi y Rivas, Jorge estudiaba Composición y Dirección Orquestal en la Facultad de Bellas Artes, aprendía guitarra con Domingo Mercado y piano con su padre, Carlos Fernández Molina.

Gustavo "Tommy" Loidi con 72 años

Jorge aportó al trío la base musical que Gerardo y Toni manejaban por instinto, lo que los motivó a tocar en público. Actuaban en pequeñas salas y vivían de las propinas en lugares como la Sala Discépolo o en cualquier sitio donde los invitaran a imitar al exitoso trío californiano. Tommy no perdió el tiempo: al notar que sonaban bien, grabó un demo y se lo llevó a su viejo amigo Johnny Allon, quien trabajaba para el sello Polydor. “Me preguntó algunas cosas y comentó que hacía poco RCA Víctor había lanzado algo similar, un grupo llamado Sui Generis”, recuerda Loidi. “Y que le interesábamos porque querían competir con algo parecido”. Después de debatirlo internamente, decidieron no entrar en ese juego. Por aquel entonces a Gerardo le dijeron que tenía cara de Tommy y se quedó con ese apodo.

El menos entusiasmado con la música era Toni, que poco después se fue del grupo, aunque mantuvo el vínculo con Tommy. La banda quedó como un dúo compuesto por Loidi y Fernández Molina, que siguieron haciendo música con el objetivo de trabajar exclusivamente en composiciones propias. Se complementaban: Loidi tenía talento y un instinto natural para crear melodías vocales, mientras que Fernández Molina aportaba el conocimiento necesario para darles solidez y enriquecerlas. Era 1974 y el tiempo parecía volar. De ser una promesa, Sui Generis había lanzado dos discos en 1973, convirtiéndose en el grupo más exitoso del rock argentino, y para 1974 era un quinteto en el que García ya experimentaba con el acid rock y el progresivo.

Sui Generis

Al dúo se sumó Adrián Mercado, también estudiante de Bellas Artes, hijo del guitarrista Domingo Mercado. De regreso de un viaje familiar a Suiza, un amigo de Tommy expandió el horizonte del trío: trajo discos de Elton John, The Who, The Kinks, Pink Floyd, Jethro Tull, los primeros de Neil Young solista. “Una pila de cosas nuevas de las que nunca habíamos escuchado hablar”, explica Loidi. “Escuchábamos eso, y sobre todo la progresiva que venía de Inglaterra: Génesis, Yes. Pero no hacíamos esa música porque para hacerla se necesita cierto virtuosismo que todavía no teníamos. Igual nos dábamos maña”.

Mirando hacia atrás, Tommy admite: “Éramos raros”. La música del grupo, que aún no tenía nombre, era, según él, “abstracta”. En una época que promovía el arte comprometido, reflejado en canciones de protesta y un rock cada vez más pesado, las composiciones del trío platense se caracterizaban por su búsqueda del detalle y una elevación idílica a través de la música misma. Las letras, de tono universalista y bucólico, eran creadas en colaboración con amigos y parejas (por ejemplo, la de "Hállame" fue escrita por la novia de Loidi en ese entonces) y, según Tommy, carecían de una línea definida. Él seguía componiendo en inglés para luego traducirlas al español. Tampoco eran escapistas: para los integrantes del grupo, la música era su manera de proyectar un mundo distinto dentro del contexto enrarecido de la Argentina de 1975. La canción "La forma de tu vida", que abrirá el LP del grupo, parece aludir de manera elíptica al encierro que vivía la juventud de la época.

El 8 de julio de 1975 la violencia golpeó al grupo de amigos. En un episodio nunca esclarecido, Toni Rivas y dos jóvenes más fueron acribillados por la espalda en Tolosa, desde un vehículo no identificado. Marcelo Cédola y Pablo del Rivero, ambos de 24 años y estudiantes de Arquitectura en la UNLP, murieron en el acto. Toni, de 23 años, fue internado en “estado estacionario” en el Hospital Español, donde falleció. Tommy cree que los confundieron con integrantes de una organización armada, atribuyendo el hecho a persecuciones y malentendidos que terminaban a tiros. “Hablé con Toni ese mediodía, pero me quedé en mi casa de Barrio Jardín leyendo un libro de Geología, lo que en definitiva me salvó la vida. Él iba en su moto a ver a un tipo con quien quería cambiarla, alguien que tenía una moto antigua que le interesaba. Solo uno de ellos militaba en la JUP, el resto cantábamos música, buscábamos chicas: estábamos en otra. Sabíamos en qué mundo vivíamos porque estudiábamos en la facultad, pero no nos habíamos involucrado en política”. Aunque ya no formara parte del grupo, el asesinato de Toni marcó un punto de inflexión. Es un recuerdo imborrable tanto para Loidi como para Fernández Molina, quien desde Bilbao, donde reside hace algunos años, sigue considerando a Toni un miembro “del Búsqueda original”. Lo mismo piensa Carmen Volpe, una amiga de Avellaneda que fue la única mujer del grupo y estuvo en la era inicial de recitales en casas de amigos.

Jorge Fernández Molina

Al incremento de la violencia, Loidi, Fernández Molina y Mercado respondieron con más música. Llegado 1976, el grupo dio rienda suelta a su ambición y sumó un trío de cuerdas, más oboe y flauta traversa. Fernández Molina escribió las partes y reclutó a Guillermo Mono Becerra en viola, Roberto Regio en violín y Alfredo García en violoncello, todos ellos miembros de la orquesta estable del Teatro Argentino y futuros concertistas de nivel internacional. No fue un experimento: el ensamble de cámara practicó durante semanas hasta lograr un repertorio bien ajustado, que grabaron como demo y presentaron bajo el nombre de Ser. Su evolución acompañó los tiempos convulsos de la música argentina.

“Era un living y tendríamos algo para grabar, pero no recuerdo bien qué”, comentó Tommy. En realidad, era el estudio casero del futuro tecnólogo e informático Jorge Gismondi. “En esa época te conectabas según los equipos que había. Si alguien tenía un órgano Hammond, lo llamabas aunque tocara música sacra”, cuenta Loidi. “Conseguir instrumentos era muy complicado. Una vez, después de verlo tocar en un club, Spinetta quiso venderme una Gibson SG. Me hubiera encantado, pero no tenía el dinero”.

El trío de guitarras y cuerdas se completó con la sección rítmica formada por Alfredo Muñoz al bajo y Daniel Carrizo en la batería que hasta entonces formaban parte de Experiencia Cósmica, banda con la que los futuros Búsqueda compartían sala de ensayos. Ambos contaban con reconocidas cualidades en la escena musical platense. Especialmente Alfredo, quien además de estudiar en Bellas Artes había sido bajista del Trío Voltaje y había participado en algunas grabaciones de La Pesada de Billy Bond. Con la expansión de la banda, se impuso un nuevo régimen de ensayos que duraban horas todos los días de la semana. Al principio, practicaban en la casa de un amigo, en la zona de 16 y 47. Más tarde, se trasladaron a un cabaret en la zona de la Terminal, que les prestaba la sala durante el día mientras hacían la limpieza. De hecho, el nombre del lugar, Rojo y Negro, aparece en los agradecimientos del disco.

Con el casete de aquellas sesiones grabadas en el estudio de Gismondi, Loidi y Fernández Molina recorrieron la ciudad de Buenos Aires buscando a alguien que los escuchara y creyera, como ellos, que esa música merecía ser grabada profesionalmente. Tras algunos rechazos cordiales y llamadas que nunca se concretaron, en la CBS decidieron darles una oportunidad. No solo eso: al escuchar el demo, les ofrecieron un contrato (que no se molestaron en leer a fondo) para grabar dos LP. El esfuerzo había valido la pena, aunque tuvieron que ceder parte del control artístico. Un productor de la compañía entró en escena y les cambiaron el nombre. Ser quedó atrás, y nació Búsqueda. “Nos advirtieron cómo era el contrato pero a nosotros no nos importó: ¡íbamos a grabar! ¡en CBS Columbia!”, comentó Loidi con pasión. Fue en junio de 1978 cuando toda Argentina estaba más pendiente del Mundial de Fútbol.

El primero debía realizarse de inmediato en los estudios de la compañía, ubicados en la calle Paraguay. De repente, todo se había acelerado.

La compañía CBS los ha contratado para complementar al dúo folk Vivencia, que forma parte de la discográfica, y para atraer a la audiencia que quedó huérfana tras la separación de Sui Generis y que ahora sigue a La Máquina de Hacer Pájaros de Charly García. Sin embargo, la banda tenía otros intereses como explorar el sonido de los nuevos teclados electrónicos, romper con el formato tradicional de la canción pop y destacar en el despliegue instrumental.



Grabación

La discográfica asignó la producción a Carlos Dattoli, quien ese mismo año había trabajado con Los Prados, Cantaniño y la cantante platense Manuela Bravo. No era la mejor opción, pero el quinteto no tuvo voz en la decisión. Dattoli asistió a algunas grabaciones de voz y luego delegó todo en un ingeniero de sonido acostumbrado a trabajar con tango y folklore. “Las canciones eran muy buenas, pero no tuvimos productor: Dattoli, que cantaba en el dúo Flash, no tenía idea”, lamenta aún Fernández Molina. “No hubo nadie que nos guiara en nuestra primera experiencia en un estudio. Yo tenía un sonido de guitarra que no aparece en el disco; usaba el wah wah Cry Baby, que sonaba increíble, pero no hicieron nada para capturarlo”.

 Carlos Dattoli que con su hermana formó el dúo Flash

Gracias a su intenso régimen de ensayos, la banda cumplió con la agenda de sesiones y grabó el material de las nueve canciones en solo tres días. La prisa es un obstáculo. Aunque sin mucha experiencia, los músicos tienen claro lo que quieren y cómo lograrlo, pero para eso se requiere tiempo.

La poca inversión de CBS no permitió siquiera soñar con el acompañamiento orquestal. Por su parte, Fernández Molina sumó a sus habituales contribuciones -piano, guitarras principales y coros- un órgano Hammond y un sintetizador de cuerdas Solina String Ensemble, similar al que utilizaba Charly García. Además, Ricardo Renaldi, quien fabricaba sus propios emuladores del sintetizador Mini Moog, también participó tocando partes de sintetizador. Carrizo, Muñoz y Fernández Molina grabaron las bases de piano, batería y bajo en un solo día. “Era una fábrica de chorizos”, comenta Loidi, que se encargó de tocar guitarras acústicas y de hacer las voces principales.

“Todo rápido, todo loco. A mí nunca me gustó cómo quedó el disco. Lo escucho muy de vez en cuando, casi nunca. Jorge y yo queríamos mezclar pero no nos dejaron. Nos decían que el que mezclaba tenía 25 años de experiencia… ¡pero en tango y folklore, no en Emerson, Lake & Palmer!”. La música de Búsqueda perdió riqueza en la mesa de mezcla, aunque el juicio de Loidi y Fernández Molina quizás sea demasiado condenatorio para un disco que ha sido redescubierto por muchos oyentes en tiempos de internet. “Nuestra influencia era música compleja, progresiva; a mí me gusta la música elaborada”, afirma Loidi. “Busco la prolijidad, y las mejores ideas que se me puedan ocurrir. Valoro mucho la capacidad de colocar dos o tres notas en el lugar justo. Para mí es lo máximo, quizás por encima del tema en su conjunto. Veníamos escuchando mucho Yes, Carpenters. Respetábamos el oído del público y queríamos darle lo mejor”.

Búsqueda

Los temas están erigidos alrededor de agradables baladas, cantadas con voz suave e intimista acompañada de una recurrente guitarra acústica con muy buenos aportes de teclados (pianos, órgano, melotrón, sintetizador) y delicadas guitarras eléctricas.


Lanzamiento del álbum

El sueño del disco propio siguió nublándose cuando la compañía descartó la tapa que el grupo propuso, un dibujo psicodélico de un cometa colorido que engendraba a un niño, y que había sido hecho por un artista amigo. En cambio, el departamento de diseño de CBS hizo una portada completamente azul, con el nombre de la banda y un enigmático dibujo en el margen derecho. La revista Pelo la eligió como peor portada del año, y publicó una reseña equivocada y nada benevolente. Pelo era el medio más influyente del mundo del rock argentino, y su crítica fue un golpe duro para una banda que recién empezaba. 

Portada del álbum


CBS ayudó poco: no organizó una campaña de prensa ni una gira de presentación del LP consistentes, y el vuelo de Búsqueda comenzó a declinar rápido. Después de presentarse en Canal 11 en el ciclo de Juan Alberto Mateyko, algunas apariciones de carnaval y un concierto en el Club Universitario de Gonnet, el grupo volvió a sus aposentos a seguir desarrollando su música en vistas a su segundo LP.
Se ensayaba todos los días y nos dieron apenas 32 hs. de grabación entre instrumentos y voces!! Recuerdo cómo se laburaban los arreglos y la justeza bajo-bateria, en fin...acaso era otro Rock...La Compañia no ayudó en la difusion (el gran cuello de botella) ni apoyo en casi en nada. Apenas cobramos los viáticos desde La Plata a Paraguay y Paraná, que es donde estaban los grandes estudios de CBS, y alguna "regalía", jajaja!!. Recién se usaba la consola de 16 canales, una locura para la epoca"
Alfredo Muñoz 
Pero ese segundo álbum no se llegaría a concretar y Loidi dejó la banda. Búsqueda intentó seguir sin él pero terminaron separándose en 1979. Loidi se dedicó a su profesión de geólogo los 37 años siguientes para volver a la música con la que triunfa hoy día en los Estados Unidos.


Lista de temas



Enlace a la lista de reproducción del álbum:  Búsqueda

Contraportada del álbum


Créditos 

Tommy Loidi: Guitarra eléctrica, guitarra acústica y voz
Jorge Fernández Molina: Guitarra eléctrica, mellotron, piano, órgano y voz
Daniel Carrizo: Batería
Ricardo Renaldi: Sintetizadores
Alfredo Muñoz: Bajo


Reediciones 

No ha habido reediciones en LP, CD o casete.

En 2016 se publicó en formato FLAC con Star Events International.



Opinión personal

Es una joya olvidada del progresivo que requiere que se reedite. Contiene una música de gran belleza de suaves baladas cantadas con voz suave e intima que me recuerda a Camel. La guitarra acústica es la protagonista acompañada de buenos teclados y una delicada guitarra eléctrica.





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