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Primeras grabaciones en solitario
Segundo álbum: A La Vida, Al Dolor
En España el rock progresivo también obtuvo campo idóneo para crecer, con sus características propias, y tuvo su máximo auge durante los años 1970, con el nacimiento simultáneo de tres grupos clave del movimiento: los madrileños Módulos (1969), los catalanes Máquina! (1969) y los andaluces Smash (1969). A Gualberto que fundo la banda Smash dedicamos este artículo. Pionero del rock andaluz, se convirtió en un referente absoluto de la música de vanguardia en España. No solo fue el primero en incorporar el flamenco al rock sino que probablemente sea el único que fusionó el sitar con el cante jondo.
Crecí en Triana, en un corral de vecinos, en la calle Pagés del Corro, número 1. El «Corral del Cura», se llamaba. Cuando yo era pequeño, la vida allí era muy feliz. Éramos muchos niños, había muchas fiestas. Era un sitio pobre, pero en el que se compartían las cosas. Cuando había una boda, la fiesta podía durar al menos una semana. En medio del patio a veces ponían lechugas con un poquito de sal, a veces vinagre, a veces unas sardinas… Entonces, comiendo, picando, empezaba la fiesta. Primero con unos chistes, con tonterías. Los jóvenes estaban sentados en unas sillas y de repente alguien se pegaba un toque y así empezaba la cosa. Mi madre, por ejemplo, cantaba tela y se ponía con tanguillos de Cádiz. También sabía cantar por seguiriyas. Eso sí, las mujeres tenían su momento. Cantaban y bailaban hasta las ocho de la tarde, la hora en la que estaba todo el mundo allí. Pero de madrugada, se retiraban y se quedaban solo los hombres. Ahí empezaba el cante jondo. Todo esto lo he visto yo desde chico."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Se empezaba con sevillanas, con la rumbita, y cada persona tenía su puntito. Decían: «Esa hace bien los tangos, esa baila bien por tal o cual, esta es más graciosa que la mar». Eso pasaba en las fiestas grandes, bodas o así, cuando se quedaba más gente. En la vida diaria, los fines de semana, había siempre cinco o seis a los que les gustaba el flamenco y se plantaban allí en el corral con una botella de vino. Daba la casualidad de que se ponían muy pegados a mi casa, y cantaban soleás, fandangos, seguiriyas… ese tipo de cosas. Era curioso porque se ponían a cantar muchas veces uno con el brazo por encima del otro, poniendo el oído. Yo tendría siete u ocho años, pero me quedaba mirándolos, fijándome en la cara del que escuchaba. Y de esta manera empecé a darme cuenta de cuándo iba bien o mal el cante, por la cara que ponía el que escuchaba. Así fui aprendiendo. Sin darme cuenta."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Pero en el colegio fue también donde empezó mi contacto con la música en serio. Me quedaba embobado escuchando a un cura, Don Pedro, tocando en el órgano los Preludios de Bach. Don Pedro hizo un coro a cuatro voces, y todavía os puedo cantar las cuatro voces. Las recuerdo perfectamente. Yo era el solista, porque tenía muy buen oído. No es que tuviera una voz excepcional, ni mucho menos, los había con mejor voz, pero no tenían oído. Don Pedro se enfadaba mucho, porque los otros se salían del tono, pero yo cogía siempre el exacto y cantaba lo que fuera. Me aprendía de hecho las cuatro voces. El otro día, curiosamente, al término de un concierto, vino a verme uno de los chavales que estuvo conmigo en aquel coro y me dijo: «¿Te acuerdas de la canción a cuatro voces?». Y la volvimos a cantar perfectamente."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Tocaba la guitarra en una comunión, en una boda; cantaba por mi madre, o por quien fuera, y por eso el flamenco para mí es algo familiar. Pero también me gustaba escuchar a Elvis Presley, a los Rolling Stones, a los Beatles, a los Yardbirds, y como tenía buen oído, sacaba las canciones, me dio por montar un grupo y con dieciséis años me recorrí medio mundo."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Con Los Sorrento hicimos una primera mezcla de Beatles y Rolling Stones, y después montamos Los Murciélagos, que eran muy parecidos, solo que quizás trabajábamos un poquito más las voces. Ahí ya nos gustaban mucho los Hollies y cantábamos a cuatro voces. Silvio hacía la voz grave y yo casi siempre hacía la aguda, aunque a veces nos cambiábamos. «This Boy» e «If I Needed Someone», de los Beatles, las clavábamos. Alfonso Eduardo Pérez Orozco, que luego fue mánager de Smash, nos quiso grabar un disco. Decía que éramos los Rolling Stones españoles, que tocábamos igual. "Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Cuando llevábamos ya dos meses tocando juntos, vino a hablar conmigo Mane. Él estaba estudiando dos carreras a la vez: Arquitectura y Biología. Era un coco. Sus padres, claro, no querían que tocara, pero él me dijo: «Yo sigo si tú me prometes que vas a seguir tocando conmigo y que vamos a ser por lo menos como los Beatles». Le dije que yo también me quería dedicar por entero a la música, así que me salí del colegio y me saqué el carnet de artista. Me examinaron Juanito Valderrama y Manolo Escobar. Les canté dos canciones de los Beatles: «I’m A Loser» y «Ticket To Ride». Y me dieron el carnet. Dijeron: «Este chico promete», por decir algo, supongo [risas]. A mi padre no le gustó esta decisión, así que en esa época dormí muchas veces en la cuadra."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Pero es cierto que los músicos de aquí teníamos mucho contacto con la gente que venía de las bases, que solían ser soldados jóvenes y traían sus discos. Luego pasaban cosas como esta: una de las primeras letras que me enseñaron los americanos a cantar de memoria fue la de «Here Comes The Sun». Entonces yo la cantaba como un loro, y luego, claro, tras los conciertos, venían las chicas americanas a hablar conmigo en inglés, y yo me quedaba… ¡Si yo no sabía lo que estaba diciendo!"Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
En Radio Vida, por ejemplo, estaba Alfonso Eduardo y él ponía muchas de estas canciones, de Cream y este tipo, que es lo que nos gustaba entonces. Nosotros hacíamos o voces o guitarreo fuerte, fuimos de los pocos que no entraron nunca en el rollo de la música soul, que era muy popular en Sevilla entonces."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
En el barco, el primer día que tocamos, nos dijeron que no tocáramos [risas]. Dábamos mucha leña. Había dos salones, el rosa y el azul. En el rosa estaba la gente rica y la gente mayor. Nos llegó un tío muy educado, el sobrecargo, al que Silvio llamaba «el sobretodo», y me pidió que bajara el amplificador. Dije que no, así que nos dejaron el salón rosa solo para nosotros, para desfogarnos, y ahí estuvimos dándole a todas horas. Todo el mundo se quedó en el azul menos unas niñas, diez o doce, italianas. Eran las hijas o nietas de los del barco, a las que les iba mucho la marcha. Estaban todo el tiempo ahí, mirándonos tocar. Recorrimos las Azores, las islas Madeira, las islas griegas. Fue una locura. Hubo hasta un millonario que nos quiso adoptar."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Gong eran muy buenos. Tenían trompetas, saxos… tiraban más para el rollo del soul, con el órgano y tal. Tocaban «El país de las mil danzas» de Wilson Pickett, por ejemplo. Pero a Mane le entró su enfermedad y dejó de tocar."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Entonces yo tocaba en Nuevos Tiempos, con Jesús de la Rosa, que en esa época iba con su traje de mil rayas, parecía un gitano anticuado. En aquel momento yo no tenía guitarra. Yo no tenía nada. Me la prestaban Los Lentos, o cuando yo veía que venía algún grupo gordo a tocar al Club Yeyé, como Los Pekenikes o cualquier otro de ese tipo, iba allí y les pedía la guitarra a los que tocaban, y el dueño del club me daba mil pesetillas, quinientas… por tocar algo. Así fue como conocí a Julio (Julio Matito) y Antoñito (Antonio Rodríguez), que tocaban también por allí de vez en cuando."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Gualberto tras dejar la banda mantuvo el contacto con Jesús de la Rosa.
Yo seguía en contacto con Jesús de la Rosa. Salíamos muchas veces juntos porque nuestras novias eran amigas, y todos los días nos veíamos. No perdí el contacto con Jesús nunca. De hecho, «I Left You», la primera canción que compuse, la hice sentado en La Macarena, con Jesús y con su hermano Manolo. «¡Mirad lo que se me ha ocurrido, tíos!», les dije, y ahí empecé a hacer esa canción."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
I left you, su primer composición se publicó en el primer sencillo de Smash con Phillips.
Un día que fui yo a la sala Dom Gonzalo, me dijo el portero que si no me importaba entrar y tocar algo. Me pusieron un taburete, cogí una butaca y un micro y empecé a tocar canciones de los Beatles y de Jimi Hendrix. Gonzalo vivía arriba de la discoteca, bajó y me dijo que si quería formar un grupo, que tenía los instrumentos de Gong que no sabía qué hacer con ellos. Quise reunir a Silvio y a Mane, pero no pude, estaban ilocalizables."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Primeras grabaciones en solitario
El problema fue que teníamos una canción en los conciertos que era nuestro tema estrella, «Rock Me Baby», que a Alfonso Eduardo le gustaba mucho. Era un tema de B. B. King pero nosotros hacíamos la versión de Jeff Beck en la que cantaba Rod Stewart. Empezaba yo con la guitarra, hacíamos unos solos muy largos y Julio pegaba unos gritos a lo Led Zeppelin. Era un show. Pero yo quería grabar mis canciones, que para eso hacía música. No quería grabar versiones. De hecho, los dos primeros singles de Smash son canciones mías. No recuerdo ahora si hay alguna de Henrik Michael… El caso es que insistieron en grabar «Rock Me Baby» y yo me negué. Y como la guitarra era mía, pues dije: «Me la llevo»."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Por ese desplante, Gualberto no aparece en la portada del álbum.
Portada del álbum Glorieta de los lotos |
El que toca la guitarra soy yo, pero no me pusieron. Y las canciones eran mías también. Solo hay alguna canción en la que no toco porque me fui antes de que terminasen el disco."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Gualberto se marchó a Barcelona haciendo auto-stop y allí conoció al fotógrafo Carles Cugat que trabajaba para un sello discográfico. En la casa de Carles estaba ensayando la banda Música Dispersa con los que tocaron en algunos conciertos juntos. Carles le puso en contacto con Angel Fabregas que le propuso grabar un disco.
Me marché a Barcelona haciendo autoestop y allí grabé un disco en solitario. Me lo ofreció uno que pasaba por allí. Un tío me vio y me dijo: «Tú eres Gualberto», y me fui a su casa. Era Carles Cugat, que entonces era fotógrafo de un sello. En su casa estaban ensayando Música Dispersa y, claro, enseguida me enganché con ellos. Me preguntaron si quería grabar un disco, dije que sí y me fui a por músicos a Sevilla."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Tenía una novia americana, Jessica, con la que me casé. Me escribía cartas, las cosas de los novios, ella tenía dieciséis años entonces. En la correspondencia había poemas, yo cogía los versos, con títulos como «Behind the Stars», y les ponía música."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Para la grabación se llevó a sus amigos en coche a Barcelona. La grabación se realizó en los estudios Els 4 Vents de Ángel Fábregas, con los mismos instrumentos que estaban allí. Pero se fue sin firmar nada y el material grabado no vio la luz en un álbum.
A Barcelona nos fuimos en coche con un termo grande de gazpacho, fue muy divertido. Hay un montón de fotos que debo de tener por ahí en el trastero. Hay una foto de Jesús en la que salimos a mear a la carretera, y se ve el cielo, el trigo, y Jesús con una cinta en el pelo como los tenistas. Parece un indio [risas]."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Mi novia estaba en Estados Unidos estudiando Filosofía y Griego, pero quería venirse a España, y apareció en Barcelona durante el ensayo de Música Dispersa. Pau Riba me dijo: «Tenemos una casa en la Floresta, y hay una habitación grande», así que nos fuimos con él. Allí vivía la gente de La Trinca, Toti Soler… el Sisa iba mucho. En la Floresta teníamos nuestro jardincito, cada uno tenía su habitación… Entre nosotros estábamos bien, tocábamos varios conciertos, improvisábamos mucho. Cada uno tenía su punto. Si el Sisa cantaba algo, yo le acompañaba y nos lo pasábamos muy bien. Se enteraron, no sé cómo, Silvio y Joaquín Salvador, el del programa Nata y Fresa, se plantaron allí y dijeron: «Esta es la casa de nuestro amigo Gualberto, así que…»"Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Una cosa que había en Barcelona, y que en Sevilla no la había, es que allí no paraba uno de tocar. Me salían muchos bolos. Víctor Jou, el de la sala Zeleste, tenía como una especie de asociación de músicos que tocaban allí todas las noches con los mismos instrumentos. Eran un montón de grupos diferentes. Y yo empecé a tocar con todo el mundo, por amistad, claro. Con Pan y Regaliz, con los de Máquina!. Yo es que soy muy sociable. Me hice muy amigo del solista de Máquina!, y ahora está por aquí viviendo el batería. Después a todos les dio por el flamenco y se vinieron para acá, a mi casa. Vinieron Jackie y Luigi. También vino Toti Soler. ¡Ah! Y allí en la Floresta también se quedaba Taj Mahal de vez en cuando."Entrevista a Gualberto para la revista Jot Down
Segundo álbum: A La Vida, Al Dolor
Igual pasó con el disco Pureza y Vanguardia con Agujetas y Manolo Sanlucar , tampoco me pusieron en la portada aunque la guitarra electrica la había tocado yo en todos los temas y varios temas eran míos y otros en realidad lo habíamos hecho entre todos , pero no puedo culpar de eso a mis compañeros, te sorprenderías lo poco que tienen en cuenta algunos productores a los músicos a la hora de hacer las portadas… aunque yo cuando no me gusta algo me voy y punto, pero lo que no me gustaba en la época de Madrid no tenía nada que ver con mis amigos del grupo y en la de Barcelona fue parecido, y la prueba de que mis compañeros y yo pensábamos prácticamente lo mismo es que cuando después del Garrotín me fui a Estados Unidos mis compañeros no duraron prácticamente nada ¿porqué? porque igual que a mí a ellos tampoco les gustaba la dirección que estaba tomando la música del grupo, yo simplemente me fui primero porque siempre lo he tenido muy claro, con Philips me fui porque no quería grabar lo que quería el manager y el productor, y con Bocaccio más o menos lo mismo."Entrevista a Gualberto para el Gato Andaluz, 2009
Una vez me presentaron al manager de Jefferson Airplane. Me ofreció una prueba en un estudio. La hice, pero no pude acoplarme con los músicos de sesión que tuve. Eran negros y muy buenos, pero no encontraba el aire del compás gitano que yo quería darle a todo para guardar mi personalidad."Gualberto para Disco Expres, 29 de noviembre de 1974
Yo estaba en el estudio y un amigo común nos presentó. Él me vio tocar algo de flamenco y me dijo si podía hacer algo así dentro de algunos de los temas que estaba grabando en solitario. En uno de ellos pude meter una alegría de Cádiz. Le gustó y quiso que hiciera algo más en el disco, por eso también grabé algo de sitar en otra canción con estilo medio hindú, medio gitano."Gualberto para Disco Expres, 29 de noviembre de 1974
Portada del primer álbum homónimo de Félix Cavaliere |
Enlace a la lista de reproducción: Felix Cavaliere - Felix Cavaliere (1974)
El álbum homónimo de Felix Cavaliere se publica en 1974. Lista de temas:
Me volví porque a mí me gustaba demasiado Sevilla, yo soy de aquí y mi música tenía que hacerse aquí en contacto con mi gente y a pesar de que mi época americana resultó muy buena, regresé."Declaraciones de Gualberto a la prensa de la época
Yo estuve hablando con un músico de Gualberto y me explicó su filosofía de música: lo que querían era simplemente expresarse a sí mismo; aunque no estuvieran conjuntados ellos estaban expresándose. Y así resulta que las dos veces que has visto a Gualberto, simplemente no había música."Declaraciones de Diego A. Manrique en el Disco Exprés
En el disco, además de Gualberto (guitarra flamenca y eléctrica, sitar y voz), Antonio Díaz (guitarra acústica, bajo y voz), Todd Purcel (guitarra, trompeta y voz), Art Wolh (violín y viola) y Willie Rodríguez (percusión), su grupo, participan Carlos Cárcamo (flauta), del grupo Granada y Enrique Morente, que pone su voz flamenca en tres de los temas.
La primera cara contiene cinco temas, unidos por un mismo nexo: el canto a la vida en sus manifestaciones más inocentes y simples –la primavera, el agua, la nieve, el arco iris y las gaviotas– y es tal el lirismo y el sentimiento que aportan, la delicadeza y el total sensualismo que transpiran, que convierte lo que podría ser pretencioso –el sitar y el violín– en algo sencillo y natural. La voz de Todd Purcell y la compenetración entre el violín, las guitarras y el sitar alcanzan grados de entrega difíciles de imaginar, teniendo en cuenta que es la primera vez que se intenta reunir todos esos instrumentos."Jesús Ordovás, Disco Exprés, 25 de abril de 1975.
La segunda cara, dedicada al dolor, contiene tres temas totalmente distintos en concepción, estructura y sentimiento, y un cuarto –Diálogo interior– que es un instrumental a cargo del violín y la guitarra. “Terraplén”abre esta cara con una guitarra flamenca a la que siguen el violín, el sitar, las palmas y el quejío de Morente, que da una dramatización completa al tema con un “dios mío” que quita el habla. No hay folklorismo que valga. “Prisioneros” vuelve a servirse de Morente al final de un desarrollo instrumental fuerte y compacto, en el que entra la guitarra eléctrica de Gualberto, el bajo eléctrico de Antonio, la batería, el violín, la guitarra y las palmas como elemento de percusión. Es quizás el tema más completo, junto con los “Tarantos para Jimi Hendrix”, que siguen en el mismo rollo, fuerte, dramático y original, no solo por el tratamiento sino por la combinación instrumental tan rica y compleja que conllevan. Todo un acierto.."Jesús Ordovás, Disco Exprés, 25 de abril de 1975.
El disco se presenta en abril de 1975 en Madrid en la Monumental, junto a otro de Hilario Camacho, que actuó en primer lugar. La actuación de Gualberto no fue todo lo lucida que era de esperar, gracias a que los medios técnicos no dieron la talla y a que Camacho no respetó el tiempo fijado para cada uno, acaparando parte del de Guaberto. Sin embargo la prensa musical comentó:
Gualberto, por el contrario, cuenta con un excelente e imaginativo grupo de músicos, bien compenetrados y con capacidad para montarse rollos todavía mejores que lo que nos ofreció. El tal Willie Rodríguez de Trujillo es un batería efectista y compacto, Todd posee una voz delicadamente etérea, Wolh le apoya con el violín, y Gualberto no se pasa demasiado con el sitar y extrae fraseos de evidente originalidad a las guitarras, mientras el bajo cumple sanamente. La improvisación que se tiraron con las gaviotas, a pesar de oírse mal, evidenció sus posibilidades. La mezcla exótica que se traen con sonoridades andaluzas y estructuras americanizadas, es de los más interesantes, en tanto que provienen de una base auténtica, como es la influencia de las diversas fuentes que han mamado todos los del grupos, y que consciente o inconscientemente se deja sentir en su interpretación."Jesús Ordovás, Disco Exprés, 25 de abril de 1975.
No sabía lo del recopilatorio, El Nacimiento Del Rock En Andalucía publicado en 1978. Me ha sorprendido. Eres un crack de la música. Cómo siempre un placer. Un abrazo
ResponderEliminarSi qué la he visto 😜
ResponderEliminarEntonces ya conoces la historia. Un abrazo
EliminarQue artículo más interesante Federico, y si que vimos la película los Pelayos, vaya cruce entre la música y los casinos se dió con este personaje. Lo de Gualberto fue todo un descubrimiento para nosotros y nos dejó alucinados el artículo. Saludos! 🙋♂️🙋♀️
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar. Estoy preparando la continuación del artículo con el álbum que publicó en 1976. Saludos
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