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El rock progresivo tiene una larga tradición en Latinoamérica desde los años 1970, principalmente en Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, por provenir de ahí las bandas que fueron pioneras en este estilo hacia 1970 (Som Imaginario de Brasil, Arco Iris de Argentina y Kissing Spell de Chile), además que grabaron en español usando ese estilo, a diferencia de países que grababan íntegramente en inglés. En algunos de estos grupos, la influencia de las bandas anglosajonas convive con el interés por la música folclórica, dando lugar a fusiones musicales propias.
En este artículo traemos la historia de la banda argentina Rayuela.
Rayuela es una banda formada a finales de 1976 por Eduardo Berinstein en saxo tenor, flauta y percusión, Willie Campins en bajo y voz, Andrés Goldstein en guitarra y voz, Marcelo Morano en teclados y Guillermo Nojechowicz en batería, voz y percusión.
Tras lo cual comenzaron a hacer presentaciones por Buenos Aires y sus alrededores. Ese mismo año consiguen el apoyo necesario para editar su primer y único disco.
Tras la grabación del disco, Berinstein deja la banda por diferencias de criterios musicales con el resto de los integrantes, se incorporan entonces Osvaldo Bosch en remplazo de Berinstein y el Ex-Soluna Oscar Amante en percusión. Con esa formación continuaron actuando sin mucho eco popular hasta que a mediados de 1979 se separaron.
Oscar "Osqui" Amante |
El álbum
Influencias hay siempre, a partir de que escuchas música te queda y la transformas con tus propias cosas. En el grupo hay diversas vertientes; la mía está más cerca de la música inglesa, pero también me gusta Jean Luc Ponty, o sea que tampoco es muy definido.”A.Goldstein
A veces las experiencias pasadas tienen mucho que ver con tus influencias. En mi caso, estuve en un grupo con Andrés, Girasol, que pasó por cuarteto hasta que terminó en un trío. Fue una experiencia que nos permitió aprender como trabajar en grupo. Para tocar en grupo hay que saber; es necesario tocar, ensayar con otros músicos durante bastante tiempo. Eso es fundamentalmente por un problema rítmico. Esa fue la primera vez que tocábamos en un grupo; posteriormente estuve tocando como profesional y hace dos años decidimos formar Rayuela.”W. Campins
El disco se abre con "La Casa del Hombre" con un saxofón típico de jazz rock y un riff bastante especial. La voz de Goldstein no tarda en llegar y suena limpia y exuberante a la vez. Sube el bajo y cae, la percusión es sólida y reflexiva, y los teclados proporcionan arreglos etéreos que le dan un toque de delicadeza esencial a la canción. El saxofón de Berinstein es de primera categoría y nunca deja de brillar.
La segunda canción se llama "Los Últimos Grillos". Todo toma un pequeño giro acústico. La canción comienza sonando a una manera Zeuhl o folk con algunas guitarras naturales y luego da paso a un frágil solo de teclado. La producción del disco busca el vigor del canto de Goldstein para darle la mayor fuerza posible. A pesar del protagonismo del teclado, quizás lo mejor de esta canción son sus instrumentos de viento.
Luego pasamos a "Aereo". Un riff de bajo con una agresividad inesperada decide dejar a un lado la suavidad instrumental para abrir la primera canción instrumental del disco y aportar un poco de rock sinfónico a este trabajo. Con la alegría de una improvisación y la sincronización de una banda maestra, Aereo pisa donde puede y quiere establecerse como una canción arriesgada y muy experimental, pero sin dejar nunca de lado la pulcritud y la exclusividad.
Llega "Vientos de la Calma", mezclando el rock progresivo con el folk rock típico argentino. Acústica gracias a la guitarra criolla y la armónica, con una letra básica.
Interior de la carpeta del álbum |
La cara 2 comienza con "Acaso Tu Crees (Que No Me Di Cuenta Que Te Fuiste Hace Diez Años)" y demuestra desde el primer momento que lo que queda hasta el cierre del disco es muy progresivo a través de una interpretación más psicodélica y buscando terrenos más complicados por los que moverse, con un teclado frenético que exige disciplina y atención a los demás. En esta segunda canción instrumental parece haber influencias de Focus en los tempos y de King Crimson en las pausas. Todo es más elevado, más atractivo e incluso más satisfactorio. El cierre es repentino y deja paso a la sorpresa para el siguiente tema.
"Sexo y Dinero" es otra pieza instrumental que sigue la misma energía y fuerza que la anterior. Cabe destacar que el saxofón es muy importante para la esencia jazzística y psicodélica de esta segunda cara. Nada sonaría igual sin él. El bajo tiene sus momentos de jerarquía, sonando un poco como Pastorius. Debo decir que estoy muy sorprendido por la producción de esta canción (y de todo el álbum) dado que en la Argentina de los 70 no era habitual tener una masterización tan elegante.
La última canción es "Vendré con el Viento" y es absolutamente preciosa. Lo que cierra esta gran y majestuosa pieza de música progresiva argentina es también la canción más larga del álbum, con una introducción de piano absolutamente sobresaliente y casi perfecta. Y después de eso, el bajo, la guitarra eléctrica y los sintetizadores generan un arrebato sentimental y probablemente incluso te hagan llorar. "Y te gritaré al oído, porque a mi paso está mi paso, pero no hay yo". La inteligencia emocional en esta canción es sublime de principio a fin. Una de las mejores composiciones de la historia del rock progresivo. Es el cierre más perfecto que uno se pueda imaginar. No solo la instrumentación es perfecta, sino también el nivel de sensatez y sentimiento humano que poseen las letras y el canto. Es seguramente una de las 5 mejores canciones del rock progresivo argentino.
Rayuela |
Tiene un panorama quizás heterogéneo, pero, a pesar de la diversidad de estilos, no veo que alguien pueda aburrirse con un álbum de este tipo. En cuanto a la definición, pienso que el primer álbum comienza a mostrarla. "Revista Pelo - G. Nojechowicz (1977)
- Eduardo Berinstein: Saxo tenor, flauta y percusión
- Willie Campins: Bajo y voz
- Andrés Goldstein: Guitarra y voz
- Marcelo Morano: Teclados
- Guillermo Nojechowicz: Batería, voz y percusión
- Ana María Quatraro: coros en Vientos De La Calma
- Pablo Nojechowicz: flauta en Los Últimos Grillos
En 2024 volvió a ser reeditado por Fonocal en CD remasterizado en estudios Titanio.
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