Contenido de esta entrada:
- Sierra i Fabra, Jordi (1977) Historia y poder del "rock català". España. Ediciones Edicomunicación.
- Sierra i Fabra, Jordi (2007) Història i poder del rock català. España. Ediciones Enderrock.
- Gómez-Font, Àlex (2011) Barcelona, del rock progresivo a la música layetana. Barcelona. Ediciones Milenio.
- Puig, Fermí (2004). Historia de Máquina! que acompaña a los vinilos del grupo en la discográfica Wah Wah Supersonic Sounds.
- Estrevista a Jordi Batiste y Enric Herrera realizada por Mario Escribano para El Confidencial en diciembre de 2020 con motivo del 50 aniversario de la publicación del primer álbum de Máquina
Introducción
Dedicamos este artículo a recordar otros pioneros del rock progresivo en España caídos en el olvido. Pues sí, si hubo rock progresivo. Nos referimos al grupo catalán Máquina!
Máquina! (en catalán Màquina!) fue un grupo de rock progresivo y jazz-rock fundado en Barcelona en 1969 y disuelto en 1972. Fueron pioneros del rock progresivo en España y están considerados como uno de los mejores grupos de rock de los años 70. Su primer disco, "Why?", es probablemente el más recordado del progresivo español y uno de los mejores discos de rock grabados en España.
Los comienzos
A finales de los 60 Jordi Batiste (voz y bajo) y Enric Herrera (teclados), se buscaban la vida como músicos de acompañamiento, tocando o grabando con unos y con otros. Así fue como llegaron al Grup de Folk, banda en la que se conocieron. Grup de Folk fue un grupo de músicos y animadores españoles que surgió en Barcelona (Cataluña) entre los años 1967 y 1968, dentro del movimiento reivindicativo de la Nova Cançó.
El grupo nació como una alternativa festiva a la banda Els Setze Jutges. Mientras dicha agrupación tenía como referencia las canciones francesas, Grup de Folk se decantó por la recuperación de las canciones populares catalanas y por otro lado, la adaptación de letras de todo otro países haciendo hincapié en el Folk norteamericano, como la traducción de la canción Puff, the Magic Dragon.
Grup de Folk |
Si bien Batiste venía de hacer pop rock, siempre en catalán, su compañero había estado un par de años haciendo giras fuera de España. “No tenía trabajo y unos amigos me lo ofrecieron, pero no tenía bagaje de folk”, reconoce Herrera mientras que el bajista agrega que “el nexo entre los dos era Jaume Sisa, que conocía a ambos”.Jaume Sisa era un cantautor catalán, icono de la contracultura underground catalana que ha influido en varias generaciones posteriores de músicos del llamado Rock catalán que formó parte del Grup de Folk. Batiste y Herrera acabaron montando La Compañía SL para acompañar al cantautor, con el que Herrera había estado en sus giras europeas. Como ejemplo traemos la canción L'Home Dibuixat publicada por Jaume Sisa en la que participaron:
Herrera, el único con formación de conservatorio -los demás eran autodidactas-, era quien le ponía el “esqueleto” a las canciones, dando con la base armónica y rítmica a la que después se incorporaba el resto. “Yo con el bajo hacía lo que me daba la gana y Enric me orientaba”, rememora Batiste. “Supongo que se usó la etiqueta ‘progresivo’ porque es una música que iba progresando en cuanto a improvisación y cogía más detalles por cada lado. Cada uno aportaba su historia”, dice Batiste, pero Herrera zanja: “Nosotros no ponemos etiquetas, nos las han puesto los demás”. Ya en el libreto del recopilatorio 'Música progresiva española' (1971), el teclista ironizaba sobre el origen de este género: “Creo que la música progresiva española nació hace mucho tiempo, allí en la época de los godos o los visigodos, cuando, en un guateque, hubo un músico al que se le ocurrió tocar una melodía que él, en su casa y con toda la ilusión del mundo, había preparado cuidadosamente. No pudo acabar: una pata de cordero asado y a medio comer le pasó rozando la cabeza: ¡Toca algo más divertido o te cuelgo de los pies!”.
Así mientras que el Grup de Folk se disolvió y ellos querían alejarse del folk formaron su propio grupo. Primero su intención fue formar un trio y así buscaron un baterista. Según explica Herrera en el libro “Barcelona, del rock progresivo a la música layetana”, la intención inicial era ser un trío en el que él tocaría guitarra y teclado, como Steve Winwood en The Spencer Davis Group, pero la llegada de Lluís Cabanach “Luigi”, forzó un cambio de planes y la banda pasaría a ser un cuarteto. No recuerdan cómo, pero apareció en el local de ensayo “un tío que se hacía llamar Jackie [Santiago García] e iba con un amigo que tocaba la guitarra, un rubito de ojos azules, Luigi Cabanach”. “Nos quedamos con todo el pack”, cuentan los de Màquina!, que en aquel momento ensayaban en una fábrica de cartón.
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Jordi Batiste, niño desconocido, Enric Herrera, Jackie García y Luigi Cabanach |
La alineación final sería: Jordi Batiste, bajo, voz y flauta; Enric Herrera, piano, órgano Hammond y arreglos musicales; Luigi, guitarra; Jackie, batería. Las mayoría de las canciones las componían juntos Batiste (letra) y Herrera (música). En toda la música de Máquina! se puede apreciar el talento de Herrera como conductor, siendo el teclado, en la gran mayoría de los casos, el instrumento que dirige las canciones.
Contraportada de su primer sencillo |
El grupo Máquina! hizo su música siempre en inglés, según dicen, para diferenciarse de la corriente catalana de la Nova Cançó, y del pop español comercial de la época. Puesto que en España no se estudiaba este idioma en aquella época, los títulos de los singles solían ir acompañados de la traducción al castellano, que no siempre era literal. El inglés lo habían aprendido de forma autodidacta y, por supuesto, había errores gramaticales y de pronunciación.
Entre sus referentes, los fundadores de la banda destacan especialmente a Brian Auger and The Trinity. “Su música consistía en una base de bajo, órgano y batería que iban desarrollando; un poco como pasa en el jazz pero con una estructura de blues”, comenta Batiste, que explica que pese a no tener “unas ideas musicales no muy coincidentes” con Herrera, sí que sabían que lo que querían “iba más allá de la música comercial que se estaba haciendo en aquel momento en España, como Los Diablos o Fórmula V; era un concepto de cultura más abierto”.El primer sencillo
Con el apoyo de Ángel Fábregas y su sello Als 4 Vents, donde trabajan a cambio de grabaciones y promoción, editaron su primer single en agosto de 1969: "Lands of Perfection/Let’s Get Smashed". La Cara A del single era una canción con un gran protagonismo de órgano Hammond y un marcado estilo de rock psicodélico. La Cara B era un alegre jazz instrumental dirigido por el piano.
Los equipos, aún a un precio inaccesible para casi cualquier banda, también fueron un tema crucial. En su caso, tuvieron la suerte de conseguirlos a través de la discográfica, Als 4 Vents, de Ángel Fábregas. “Él tenía la idea de promocionar la cultura y la música independiente. Era una especie de mecenas sin mucho dinero pero con ilusión… Y acabó arruinadísimo, el pobre”, explica Batiste con cierto lamento. “Nuestra discográfica era un caso aparte que hacía un apostolado para potenciar y proteger cosas totalmente anticomerciales”. Por ejemplo, fue así como consiguieron un Hammond Leslie -”que costó un dineral”- o un bajo Gibson SG, además de unos amplificadores en condiciones como eran los Marshall. Durante una temporada también usaron los de la marca Sinmarc, imitación de Fender fabricada en Poble Sec. Antes habían llegado a usar un solo amplificador para enchufar todo. “A lo largo de los bolos, le íbamos devolviendo el dinero con lo que ganábamos. Éramos unos privilegiados porque no cualquiera tenía acceso a esos instrumentos. Los grupos de aquella época iban con guitarras Hoffner de una pastilla, muy primitivas”, reconocen.
Batiste, eso sí, admite que no tenían ni idea de inglés y que todo era “bastante por la patilla”. Lo recuerda con esta anécdota: “'Let's Get Smashed' no tenía nombre cuando lo grabamos y era instrumental. Como no tenía letra y queríamos un tono internacional, salimos a buscar algún guiri y dimos con un grupo de hippies holandeses medio borrachos. Les dijimos que si querían grabar un disco, así que se vinieron, les pusimos un micro y se pusieron a decir cosas que no entendíamos y dar palmas. Es lo que se escucha en las partes donde para la música. De lo que más decían era “Let's get smashed!” y le pusimos ese título porque era lo que más repetían. Luego resultó que quería decir "vamos a emporrarnos" y por temas de censura se tradujo luego en "Vamos a tomar cerveza”. Cómo no, las bases de Estados Unidos también ayudaron a que se soltara con el idioma. “Estartit en aquella época era de lo más moderno por la base militar norteamericana que había cerca. En los bares de allí no se entendía el catalán ni el castellano, así que aprendí mucho. Let's get smash!”, continúa entre risas.
El segundo sencillo
A finales de ese mismo año y ya con un nuevo baterista, Josep Maria Vilaseca “Tapioles” o “Tapi”, publicarían el single "Earth’s Daughter/Look Away Our Happiness". En este segundo trabajo se aprecia una evolución considerable. La Cara A es un cuidado tema pop con arreglos orquestales a cargo de Enric Herrera. La Cara B, un tema rock de gran originalidad dirigido magistralmente por el órgano Hammond. Este segundo sencillo tendría todavía un éxito considerable con 7.000 copias vendidas.
Fama
Máquina! se convirtió rápidamente en el grupo de referencia dentro de las corrientes alternativas de la época. Algunos llegaron a pensar que eran un grupo extranjero por sus letras en inglés y su sonido eléctrico y diferente. Ya en diciembre de 1969 muchas publicaciones los consideran el grupo de moda. Esta ascensión meteórica a la fama los convirtió en el símbolo del progresivo español y acabaría volviéndose en su contra cuando algunos de sus componentes buscaron un cambio de estilo.
El punto álgido de su carrera fue, probablemente, el concierto realizado el 22 de febrero de 1970 en el Salón Iris de Barcelona, un local de gran capacidad dedicado a combates de boxeo y bailes de salón. Su mánager, Oriol Regàs, organizó el Festival Permanente de Música Progresiva allí. Para la inauguración del evento actuó Màquina!, que ya eran un reclamo importante, la vanguardia del momento. La importancia de este recital radica en la enorme atención que atrajo en el ambiente cultural de la ciudad, ya que asistieron un gran número de periodistas, músicos y personalidades relevantes de la cultura. Se considera que este concierto supuso el nacimiento oficial del rock progresivo en España. “El concierto era matinal, lo habitual entonces, y al salir de almorzar nos quedamos flipados porque había una cola de gente acojonante para entrar. Atravesamos la calle, pasamos en medio de la cola y nadie nos reconoció. Venían a ver Màquina!, pero no sabían qué cara teníamos, solo habían escuchado nuestra música y se identificaban con ella. Es impensable algo así hoy”, expone Batiste.
En Madrid se quiso hacer un evento similar en el Colegio Mayor Pío XII. El cartel era de lujo: Màquina! y Vértice el sábado; Smash y Música Dispersa el domingo. La crónica de Discóbolo de aquel concierto incidía en que ellos consiguieron “esa comunicación tan difícil con las dos mil personas que llenaban cada milímetro del local, incluido escenario, equipos de voces y casi los pies de los ‘maquineros’”. En Bikinis, Fútbol y Rock & Roll, Adrián Vogel recuerda que el sábado se triplicó el aforo del lugar, provisto de 750 localidades, por lo que “la dirección del centro se asustó y el concierto del domingo se aplazó al lunes para acabar suspendiéndose”. “El rock fue excluido no sólo del Pío XII, sino también del campus de la Complutense. En Madrid cundía la sensación de que en Barcelona se lo montaban mejor y que ser la capital del régimen era un hándicap muy duro de soportar. Los teníamos encima”, sopesa el autor.
Uno de los puntos fuertes de Máquina! fue la combinación del concierto-espectáculo, algo que Jordi Batiste disfrutaba y hacía con maestría, con una música elaborada y técnica que corría a cargo de Enric Herrera. Ambos rechazaban la visión musical del otro, pero supieron convivir con sus diferencias y dieron lugar a un grupo de marcada personalidad con buena música y un directo único.
De hecho, cuando alcanzaron cierto reconocimiento, rechazaron una oferta del mismísimo Alain Milhaud, productor y mánager de moda en la España de los 60. “Él era el inventor de Los Bravos y lo que tocaba se convertía en oro. Un día apareció en el hotel en el que estábamos para ficharnos. Otros se hubieran vuelto locos con una oferta así pero, ante su estupor, le dijimos que ni hablar, que teníamos nuestro propio estilo. Se debió quedar un poco sorprendido, pero nos imaginábamos lo que iba a pasar si nos cogía un productor como él, un tío que fabricaba grupos”, desarrolla Batiste para poner un ejemplo cristalino: “En 'Black is Black' no toca ninguno de Los Bravos, ¡es Jimmy Page!”.El primer álbum
En mayo de 1970, en medio de la preparación de su primer LP que se titularía Why?, Jordi Batiste es llamado a filas para hacer el Servicio Militar Obligatorio. Para suplir su baja entra el guitarrista Josep Maria París, que volvía de una larga estancia en Suecia. La sustitución real de Batiste sería el guitarrista original de la banda, Luigi, que pasaría a tocar el bajo y cantar. Este desaguisado hizo que algunas canciones se grabaran como cuarteto con París -'I Believe', compuesta por él mismo- o Batiste -la “beatlemaniaca” Let Me Born-, pero Why? se hizo como quinteto. Como resultado de este cambio, en la contraportada del disco salen las caras de los cinco componentes que intervinieron en la grabación, dando lugar a la falsa creencia de que Máquina! era un quinteto.
Contraportada del álbum |
La grabación de 'Why?' también tiene su miga. El disco se iba a basar en una sinfonía de Herrera y cada una de las partes sería una canción. 'Why?' era una de ellas, “con los tres típicos acordes de blues”. “Para mí es lo que define lo que era Màquina! al principio. Era rockero, blusero y, sobre todo psicodélico, en el aspecto de dejar volar la imaginación, no de que nos tomáramos ningún ácido. Nos tomábamos nuestro whisky, pero no éramos de eso”,
El álbum “Why?” está considerado como uno de los discos más destacables del rock español a pesar de que sus ventas no fueron muy elevadas. Según la publicidad de la época, se grabó en cuatro horas y en su versión original consta apenas de cuatro cortes. “Solo eran tres canciones y no cabían más” comenta Herrera. Uno de ellos es la canción Why?, una composición de tres minutos en la que empezaron a improvisar y se alargó a los 25 minutos. Herrera aclara lo que pasó: “Estábamos grabando Why?, había una estrofa cantada y un trozo de improvisación con una especie de duelo de guitarras. Empezamos a improvisar, a improvisar... Y nos enrollamos de tal manera y con tanta furia que no podíamos parar. Miraba al técnico a través del cristal y me hacía gestos de '¿qué está pasando?' y yo le decía que seguíamos. Así salieron los 25 minutos de canción, por la cara”. “Me quedé sin sinfonía, vaya”, bromea Herrera, que confirma que “la canción se grabó a la primera toma, aquí no había tiempo de repetir como ahora: ibas a saco”. Para editar la canción, tuvieron que ‘partirla’ por la mitad porque no cabía de otra forma: doce minutos en la cara A y otros tantos en la opuesta.
Otro corte destacable es el blues instrumental I Believe, con el que abre el disco. La última canción es Let Me Born, un tema pop-rock muy elaborado de tintes Beatlescos.
Pero lo que da aún más excepcionalidad a la grabación es que París ni siquiera había ensayado con Màquina!. “Fue al estudio y tocamos con él por primera vez para Why?. I Believe nos la enseñó allí mismo y la grabamos”, dice Herrera, a la par que Batiste pone en valor el disco por esta misma circunstancia, ya que “lo bueno fue la espontaneidad y el momento en que llegó”. Cuando el disco vio la luz, por cierto, el ya excantante estaba haciendo guardias en el cuartel.
Batiste también dejó su huella con la portada del disco, el enigmático despertador sobre el cruasán. “Tiene un estilo daliniano, pero solo buscaba hacer algo provocador y surrealista. No tiene ninguna historia. El otro día estuve viendo la sesión de fotos e hice de todo con el cruasán: lo clavé con un clavo en la pared, después le metí un interruptor... Y al final fue el reloj, pero todo con el mismo cruasán”, rememora Batiste antes de tumbar la leyenda urbana sobre el disco: “No había mensajes ocultos: he llegado a leer que era porque a Franco le quedaba poco tiempo, pero no fui tan visionario”.
El grupo junto a Salvador Dalí |
Lista de canciones
1. "I Believe" (J. París) - 4:11
Enlaces
MAQUINA! I Believe (Barcelona 1970)
"I Believe" by Máquina! (Spain, 1970)
MAQUINA! I Believe Barcelona 1970
Maquina!-I Believe (Diabolo 20.409, 1970)
Maquina (1970, Spain) - I Believe
Mi opinión sobre el tema:
Es un tema ya largo que apunta a lo que van a ser.
2. "Why? (1ª parte)" (Maquina) - 11:52
Enlaces
Mi opinión sobre el tema:
Es un tema ya largo que apunta a lo que van a ser.
1. "Why (2ª Parte)" (Máquina) - 12:58
Enlaces:
Maquina! (WHY?) - Why? [Part 2] 1970
2. "Let me born" (J. Batiste) - 3:03
Enlaces:
Maquina! (WHY?) - Let me born 1970
Mi opinión personal:
Bonita balada
Mi opinión personal sobre el álbum:
El estilo de improvisación me recuerda a Frank Zappa. Si escucho los temas sin decirme su precedencia no hubiera adivinado que eran españoles. Tuvo mucho mérito lo que hicieron sin el apoyo de las grandes discográficas.
Créditos:
J. M. Paris – guitarra
E. Herrera – órgano, piano
Luigi Cabanach – guitarra
Josep Maria Vilaseca – batería
J. Batiste – bajo, voz, flauta dulce
Los sencillos del álbum
Se publicaron dos sencillos correspondientes al álbum. En 1970 se publicó uno con los temas I Believe / Thank you, este último también nació de las sesiones de grabación del álbum pero no se incluyó en él originalmente. Se incluiría como bonus track en reediciones en CD.
En 1971 se publicó un sencillo con una versión editada de Why? repitiendo I Believe en la cara B.
Portada de sencillo Why? |
Enlace a la versión editada del tema Why?: Maquina - Why?
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